La exploración constante de un lenguaje gráfico exótico a través de viajes e investigación es la base del incansable trabajo de Joan Tarragó. Originario de Barcelona, su trayectoria artística abarca la caligrafía, el arte gráfico y la pintura mural, aportando un enfoque ecléctico y meticuloso al arte urbano y contemporáneo.
Su estilo artístico se nutre del simbolismo ancestral, el folclore tradicional, los carteles de rock psicodélico, la cultura del skate y el surf, y un lenguaje gráfico vanguardista que, en conjunto, se ha proyectado en la escena artística mundial. Además, explora caligrafías de lenguas antiguas, escrituras góticas, el pixaçao brasileño y la caligrafía urbana, a partir de las cuales ha desarrollado su propia caligrafía personal a lo largo de 20 años. Esta fusión de influencias ha dado lugar a un estilo único que conecta lo antiguo con lo contemporáneo.
La calle fue su primer lienzo y campo de experimentación, un espacio de absoluta libertad donde desarrolló sus primeras ideas sobre la vigilancia, el control y el poder. Influenciado por los escritos de Michael Foucault y George Orwell, así como por las instalaciones de Bruce Nauman, comenzó a explorar las dinámicas del control social mediante intervenciones urbanas poco convencionales. La iconografía del ojo, que inicialmente simbolizaba la vigilancia y el poder, evolucionó hasta convertirse en un componente más complejo de su lenguaje visual, coexistiendo con un imaginario gráfico más amplio.
En su búsqueda de conexiones culturales, cada viaje alimenta al siguiente, creando un ciclo continuo de reinterpretación y aprendizaje. Desde Tailandia hasta México, su obra es una fusión de iconografías ancestrales con un estilo gráfico urbano, creando un diálogo entre lo antiguo y lo contemporáneo. Inspirado por la cultura del surf y el skate de California y artistas como Jim Phillips y Rick Griffin, Joan ha fusionado con éxito estos universos visuales en una narrativa única.
Actualmente, su proceso creativo está marcado por su pasión por los viajes, la pintura mural y el desarrollo continuo de un estilo gráfico personal. Busca destinos con culturas artesanales profundamente arraigadas, no solo para observarlas, sino para integrarlas en su lenguaje visual. Este enfoque le permite crear obras que conectan lo local con lo global, lo espiritual con lo urbano y lo ancestral con lo moderno.
Julián Lorenzo es conocido por su carácter multidisciplinar; es pintor, ilustrador, patinador y músico. Sus diferentes mundos se entrelazan en sus obras: sus pinturas son a la vez gráficas y orgánicas, evidentes y evocadoras, figurativas y abstractas, con diversos niveles de interpretación.
Inspirándose en la cultura del skate y el surf de principios de los 80, así como en las subculturas del punk rock y el hardcore, Marcos crea mundos audaces y caóticos donde zombis, criaturas grotescas y demonios gritando y escupiendo calaveras son la norma. Sus ilustraciones cobran vida gracias a una paleta de colores vibrante y altamente saturada, que añade aún más intensidad a la locura.
Delia Ruiz Malo es una artista gráfica barcelonesa con formación en Diseño Gráfico, habiendo perfeccionado su arte estudiando en su ciudad natal, Helsinki, y Madrid. Su doble trayectoria como diseñadora y artista ha estado profundamente marcada por su experiencia viviendo en diversos países como Finlandia, Países Bajos, Australia, Reino Unido y Costa Rica, cada uno de los cuales ha aportado influencias culturales y ambientales únicas. Estas experiencias han ampliado su perspectiva creativa, forjando un estilo artístico distintivo y profundamente personal.
Marco Galmacci, conocido como Morcky, es un artista italiano afincado en Barcelona. Criado en el mundo del grafiti y con formación en matemáticas, su obra se ha expandido para explorar la ilustración y la animación, definiendo una trayectoria artística donde su pasión por el trazo y la dinámica se entrelaza con la atención a la intimidad emocional y las composiciones evocadoras.
